Deberes y derechos
de los socorristas
Los deberes y derechos
de los socorristas se definen aquí para
facilitar el desempeño de la labor humanitaria de asistir a los heridos en los conflictos
armados y otras situaciones de
violencia.
Deberes de los
socorristas
El socorrista ha de:
* Ayudar a proteger y
salvar vidas, así como contribuir a que
otros lo hagan,
*Actuar sin causar
daño alguno,
*Respetar y hacer que
se respete la dignidad de los heridos,
*Participar en el
control de las enfermedades,
*Contribuir a la
educación de salud del público en general
y otros programas de prevención, ayudando así a prevenir lesiones y a evitar que se
propaguen las enfermedades
*Tener suficiente
flexibilidad y agudeza para responder a
las numerosas y variadas tareas (logísticas, administrativas, etc.), además de cuidar de
los heridos.
Debe prestar esta
asistencia a las personas:
• Únicamente en base a sus necesidades,
• Sin discriminación por razones de
raza, color, sexo, idioma, religión o
creencias, opiniones políticas o de otra
índole, nacionalidad o de origen o condición social, riqueza, abolengo o de otra condición, o de
cualquier otro criterio análogo,
• De conformidad con el Reglamento de
su Sociedad Nacional y aviniéndose, en
particular, con las normas pertinentes de derecho internacional, especialmente
el derecho internacional humanitario.No
debe abstenerse de prestar servicios que requiere la ética médica.
PRIMEROS AUXILIOS
El personal y los voluntarios
de las Sociedades de la Cruz
Roja y de la Media
Luna Roja no pueden recibir, aceptar ni solicitar
dinero ni regalos como pago o compensación por sus servicios por parte de los
heridos o de sus familiares, amigos o
colegas.
Durante un conflicto
armado, los deberes que ha de cumplir
están directamente relacionados con los derechos de las personas protegidas en virtud del
derecho internacional humanitario y a
las que el socorrista presta asistencia.
Derechos de los
socorristas
Durante un conflicto
armado, siempre y cuando el socorrista
se dedique a su labor humanitaria de asistir a los heridos y a los enfermos, disfrutará, de
conformidad con el derecho internacional
humanitario, de la misma protección jurídica
que los heridos y los enfermos. El socorrista tiene
derecho a:
• Ser respetado;
• No ser atacado;
• Tener acceso a los lugares en que
sean necesarios sus servicios, dentro de
ciertos límites (por ejemplo, combates
constantes, campos de minas, etc.),
• Se le permita prestar asistencia a
los heridos y enfermos, ya se trate de personas civiles o de miembros del personal
militar, y a trasladarlos fuera del campo de batalla a un lugar donde puedan recibir
tratamiento,
• Prestar asistencia conforme a su
formación y a los medios de que disponga
• No estar obligado a prestar servicios
contrarios a la ética médica,
• Que no se le prohíba prestar los
servicios necesarios conforme a la
deontología médica,
• Ser repatriado tras haber sido
capturado y cuando sus servicios no sean ya indispensables para otros
prisioneros.
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